viernes, 5 de febrero de 2016

“El lunes empiezo la dieta” 


La típica frase de todos mis domingos. Una y otra vez dije la misma frase hasta que tome la decisión de hacerle un cambio a mi vida, ese día fui al nutricionista. Mis pensamientos eran: me voy a morir de hambre, solo voy a comer ensalada y tendré que dejar de comer lo que me gusta. Estaba en un gran error pues estar a dieta no significa morir de hambre. Fui al consultorio de la Dra. Mayra, una mujer delgada, no podría ser de otra manera pues ella es nutrióloga. Estuvimos platicando algunos minutos, luego me midió, me peso, calculó mi masa corporal y debo decir que esos números no eran nada buenos, estaba en sobrepeso y solo tenía 14 años. En ese momento me di cuenta que había tomado la mejor decisión, estaba empezando una nueva vida, a mi estilo.


La dieta que debía seguir me gustaba porque la Dra. la hizo en base a lo que a mí me gustaba, cosa que no era fácil ya que no como de todo. Lo mejor era que debía comer  cinco veces al día y podía comer fuera de casa como: en Subway, Wendy´s o Quiznos, claramente no moriría de hambre y tampoco me aburriría, cada día comía cosas distintas. Para el desayuno tenía como opciones comer cereal (Special K o Rice Krispies), un licuado (de fresa o banano) con una rebanada de pan, avena o panqueques. En el almuerzo podía comer: pescado, bistec, albóndigas, pollo (siempre acompañado de arroz y vegetales) o sopa y en la cena comía: huevo, tortillas de harina, de maíz o hasta un hot dog. También hacia dos meriendas al día que consistían de: gelatina, barras de Special K, palomitas, pudin o sándwiches (3 o 4 horas después del desayuno y del almuerzo). Admito que las primeras semanas fueron difíciles porque debía de adaptarme y acostumbrarme a seguir esa dieta. Muchas veces sentí que no tenía la voluntad suficiente para lograr adelgazar y también me enojaba porque quería comer otras cosas, lo más difícil fue aprender a comer en porciones más pequeñas, en varias ocasiones me quedaba con hambre.


Esta nueva alimentación debía de acompañarla de ejercicio diario para tener aún mejores resultados. Mi meta era bajar 8 lbs por mes y cada vez que quería tirar la toalla recordaba que tenía una meta que cumplir. Así paso un mes y llego el día que regresaría a donde la Dra. Mayra. Entre al consultorio, pase al baño, me puse una bata y luego la Dra. me peso, regrese a cambiarme y cuando salí del baño la Dra, muy seria, me dijo -¿Sabes cuánto bajaste?-, sentí tanto miedo y por mi mente paso “no baje nada” pero para mi sorpresa supere mi meta y baje 11 lbs. Jamás olvidaré la emoción que sentí y lo orgullosa que estaba de lo que había logrado aunque aún me falta mucho por bajar.


En el camino tuve algunos tropiezos, a los 15 años fui al dermatólogo por una mancha en el cuello, recuerdo que me dijo que tendría que dejar de comer comida rápida, pero nunca imagine lo que pasaría después. Estaba sentada en el consultorio de un endocrinólogo para tratar mi pre-diabetes (nivel de glucosa en la sangre más alto de lo normal pero no suficientemente alto como para un diagnóstico de diabetes), eso sí me atemorizaba. Este tropiezo significaba una nueva dieta, con menos calorías al día e incluso estar medicada durante un tiempo, pero pude superarlo, pase de pesar 67 kg a pesar 55 kg. El cambio fue grande y todo mi enojo y frustración por no poder comer lo que quería, cuando quería ya lo había olvidado.


Hoy tengo 20 años y puedo decir que me siento mejor con mi cuerpo de cómo me sentía 6 años atrás, mi esfuerzo ha valido la pena, ya no tomo ningún medicamento, el ejercicio y una alimentación más balanceada siguen siendo parte de mi vida. Deje atrás esos dos papeles (la dieta de la nutricionista y la del endocrinólogo) pues ya no es necesario estar leyendo todos los días lo que debo comer y cuánto.

Empecé a hacer este cambio a mi vida porque yo quise, luego tuve que hacerlo, ya no era del todo una opción. Para empezar una nueva vida en tu alimentación no esperes a que ese sea el único camino, ten la iniciativa de hacerlo, nunca te vas a arrepentir. Cambia “el lunes empiezo la dieta” a “hoy empiezo”.

Inspírate y motívate  para hacer un cambio en tu vida.
Éxitos 



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