miércoles, 17 de febrero de 2016

Dieta + Ejercicio


Lo más difícil no es llegar y mantenerse, lo más difícil es empezar. Existen un sin número de excusas que podemos decir para no ejercitarnos. Las mías (seguramente las de muchos) eran: no tengo dinero para el gimnasio, no tengo tiempo, tengo que estudiar y hacer tareas y no me gusta que me vean hacer ejercicio (y aún sigue sin gustarme), pero ninguna de todas estas excusas son válidas. Si buscas cambiar tu estilo de vida no solo necesitas comer bien, necesitas ejercitarte.


El ejercicio físico te ayuda a mantener la condición física, y contribuye a mantener un peso saludable así como a prevenir muchos problemas de salud tanto físicos como mentales. Realizar actividad física moderada con regularidad (150 minutos de ejercicio a la semana o tres veces por semana) es uno de los factores clave en la mejora de salud. Según el especialista en Medicina Interna John Duperly «las personas físicamente activas reducen en un 50 % la incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes y tumores relacionados con las hormonas comparadas con las sedentarias» Según la Organización Munidal de la Salud (OMS) la falta de actividad física contribuye al 17 % de las enfermedades del corazón y diabetes, el 12 % de las caídas de los ancianos, y el 10 % de los casos de cáncer de mama y colon.


Cuando nos ejercitamos nuestro cerebro se oxigena y permite que nuestras neuronas se conecten de mejor manera, con lo que nos ayuda a pensar y aprender mejor y nuestro organismo libera endorfinas, hormonas conocidas como - las hormonas de la felicidad -ya que al ser liberadas generan en nosotros una sensación de bienestar y armonía que nos ponen de buen humor.

No necesitas ir a un gimnasio para ejercitarte, lo puedes hacer en casa y resulta más económico y cómodo pero necesitas tener disciplina y mucha fuerza de voluntad, una vez que ya tengas ambas cosas solo necesitas la ropa adecuada y un espacio lo suficientemente amplio para poder estirarte y realizar todos los ejercicios. Antes de iniciar con los ejercicios necesita calentar, puedes correr o montar en bici por 10 minutos y una vez terminado tus calentamientos, estás listo para empezar tu rutina. (Entre cada ejercicio no debes descansar más de dos minutos)


Sentadillas (3 series/10 repeticiones):
Ponte de pie con los pies en línea recta respecto a tus hombros, empieza a bajar tu cadera como si fueras a sentarte en una silla. Al doblar las rodillas los muslos deben llegar a estar paralelos al suelo.


Flexiones (3 series/12 repeticiones):
Apoya las manos separadas del ancho de los hombros y alineadas con estos. Ahora baja y sube el pecho manteniendo las piernas estiradas. Puedes “hacer trampa” apoyando las rodillas, pero procura hacer las flexiones completas en cuanto empieces a mejorar.


Zancadas (2 series/14 repeticiones):
Las zancadas son uno de los ejercicios más completos y están presentes en todas las rutinas de entrenamiento. Mantén una posición de semi-cuclillas con tus manos en la cadera, y adelanta alternativamente una y otra pierna. La pierna adelantada nunca debe superar el ángulo de 90 grados y el talón de la pierna desplazada no debe despegarse del suelo. Con el tiempo puedes hacer este ejercicio sujetando una mancuerna en cada mano.


Fondos de tríceps (3 series/12 repeticiones):
Para este ejercicio se necesita la ayuda de una silla o un banco. Debes colocar las manos en éste y distanciar los pies para bajar la cadera flexionando los codos.



Abdominales (2 series/20 repeticiones):
Recuéstate en el suelo boca arriba, coloca las manos detrás de la cabeza, eleva las rodillas e imita el pedaleo de una bicicleta. Toca la rodilla izquierda con el codo derecho, y luego la derecha con el izquierdo.

Una vez que hayas terminado los ejercicios realiza un ejercicio aeróbico y no olvides estirar para evitar lesiones.

Existen mil excusas para no ejercitarte pero existen mil  y un razones para si ejercitarte.


Inspírate y motívate para hacer un cambio a tu cuerpo
Éxitos.

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