jueves, 18 de febrero de 2016

Dieta Detox


Es más que una dieta, es una manera de demostrarle a tu cuerpo que lo quieres y por ende lo vas a cuidar. Todos estamos familiarizados con el término “dieta”, pero, ¿qué es detox? Es una limpieza profunda que se le hace al cuerpo. Consiste en limpiar el organismo mediante una alimentación sana y equilibrada que nos ayude a eliminar las toxinas que entran en nuestro organismo como: cafeína, alcohol, grasas, azúcares, aditivos alimentarios, pesticidas, sustancias químicas y humos contaminantes, que llegan a todo el cuerpo y este tarda mucho en eliminarlas.


Hacer un detox se trata de ayudar a la depuración que nuestros órganos realizan cada día, pero que a menudo se ven sobresaturados. La desintoxicación es la mejor forma de limpiar tu organismo y restablecer su equilibrio desde el interior. Son muchos los beneficios que puedes obtener al desintoxicar tu cuerpo como: mantener tu salud, reducir el riesgo de enfermedades, aumentar tu metabolismo y sistema inmune, optimizar la digestión y bajar de peso. No solo mejoras físicamente, también obtendrás beneficios mentales como: mejorar tu capacidad de concentración, aliviar el estrés y deshacerte de la fatiga.



Hay muchos alimentos con efecto antioxidante  que seguramente ya consumes y no sabías que lo eran, pero ahora los vas a conocer y a aprender cómo te ayudan: 
  • Aguacate: alto en fibra y grasa (de la buena) y te ayuda a comer menos azúcares agregados, por ende a adelgazar, bajar tu IMC  y tu riesgo de síndrome metabólico. 
  • Toronja: ayuda al hígado a quemar grasa, a tratar la diabetes, fortalece la lucha corporal contra el cáncer y disminuye el colesterol.
  • Piña: ayudan con la digestión y la limpieza del colon gracias a las enzimas digestivas que contienen.
  • Manzana: ayudan al cuerpo en la eliminación de aditivos y metales que ingerimos con el consumo regular de alimentos.


Ya sabes que es detox, conoces sus beneficios físicos y mentales y que alimentos te ayudan a desintoxicar tu cuerpo, pero ¿Cómo funciona una dieta Detox? Esta dieta se caracteriza por ser equilibrada y variada, consta de dos etapas: la depurativa (se hace al principio de la dieta) y la antioxidante (dura más tiempo), entre 5 y 6 comidas al día, se adapta a las necesidades de cada persona. La dieta detox tiene un tiempo de duración determinado, existen cuatro opciones diferentes, diseñadas para diversos propósitos:
  1. El plan Detox de 3 días
  2. El plan Detox de 5 días
  3. El plan Detox de 10 días
  4. El plan Detox en 21 días 

Los planes siguen un mismo régimen de beber líquidos y consumir vegetales y se sugiere que el plan de 3 días se siga como una limpieza semanal, el de 5 días como limpieza de cada temporada (4 veces al año) y la de 21 días sea una vez al año.

Ahora ya sabes más a cerca de la dieta detox y te podrás haber dado cuenta que estar sano no es caro, solo necesitas disciplina, consistencia y tener la voluntad de hacerlo. Demuéstrale a tu cuerpo que lo quieres.

Inspírate y motívate para hacerle un cambio a tu vida.
Éxitos
Consintiendo tu paladar  


Cuando te fijas la meta de bajar de peso, de mejorar tus hábitos alimenticios tienes que dejar a un lado muchas cosas como por ejemplo el dulce (postres, chocolate, etc…). Es un sacrificio que debes hacer y necesitas tener fuerza de voluntad pero a veces puedes hacer un poco de trampa y consentir tu paladar. En mi caso no podía hacer “trampa” porque debía cuidar mucho todo lo que comía ya que me encontraba en una etapa de pre diabetes (nivel de glucosa en la sangre más alto de lo normal pero no suficientemente alto como para un diagnóstico de diabetes).

Como tenía miedo de consumir azúcar pero tenía ganas de comer un postre entonces empecé a buscar recetas en Internet que yo pudiera comer. Fue entonces cuando encontré una receta de un cheesecake de moca en el sitio web de Splenda (un sustituto del azúcar). Era una buena opción para poder preparar un postre que pudiera comer sin sentir miedo.

Es importante que sepas que este tipo de productos como Splenda no es recomendable consumirlo si no lo necesitas, es decir, si no tienes una condición como la mía (pre diabetes o diabetes). Si quieres consentir tu paladar prepara o compra un postre con los ingredientes que normalmente se utilizan para prepararlo. Que estés a dieta o llevando un estilo de vida más sano no quiere decir que vas a consumir Splenda o productos dietéticos si en realidad no los necesitas.

Te comparto la receta del cheesecake de moca:

Ingredientes:
  • 44 barquillos (wafers) de chocolate reducidos en grasa y molidos
  • 1/4 taza de mantequilla derretida
  • 2 cucharadas de polvo de cacao sin azúcar
  • 1/4 taza de Splenda, granulado
  • 3 paquetes (de 8 onzas) de queso crema reducido en grasa
  • 3/4 taza de Splenda, granulado
  • 2 huevos
  • 2 claras de huevo
  • 1 1/2 cucharadas de almidón de maíz
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 3/4 taza de crema agria reducida en grasa
  • 2 cucharaditas de vainilla
  • 1 1/4 cucharaditas de café expreso instantáneo
  • 2 paquetes de (0.55 onzas) de mezcla de cacao instantáneo Swiss Miss sin azúcar


Preparación:
  1. Precalentar el horno a 400° F.
  2. Mezclar los ingredientes de la base y colocar presionando en un molde desmontable de 9 pulgadas. Colocar el molde en una charola para horno y hornear durante 10 minutos. Retirar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente.
  3. Volver a fijar la temperatura del horno a 325° F.
  4. Batir el queso crema con el Splenda endulzante granulado hasta que estén bien mezclados y tengan consistencia suave. Agregar los huevos, las claras de huevo, el almidón de maíz y la sal. Mezclar hasta que quede suave. Agregar la crema agria y la vainilla; mezclar hasta que quede bien integrado.
  5. Medir 1/2 taza de la mezcla de cheesecake y verter en un tazón pequeño. Agregar el café expreso instantáneo y la mezcla de cacao. Revolver hasta que estén bien combinados.
  6. Verter la mitad del relleno simple sobre la base. Cubrir con la mitad de la mezcla de café colocando cucharadas llenas sobre la mezcla de cheesecake. Hacer un remolino con un cuchillo. Repetir con el resto de las mezclas.
  7. Hornear de 45 a 50 minutos o hasta que el centro esté casi cocinado. Retirar del horno y pasar suavemente una espátula de metal alrededor del borde del molde para despegar el cheesecake (esto ayuda a evitar que se rompa). Dejar enfriar de 20 a 25 minutos antes de cubrir y colocar en el refrigerador. Refrigerar de 4 a 6 horas o toda la noche antes de servir.
Hoy es tu día libre
Éxitos

miércoles, 17 de febrero de 2016

Dieta + Ejercicio


Lo más difícil no es llegar y mantenerse, lo más difícil es empezar. Existen un sin número de excusas que podemos decir para no ejercitarnos. Las mías (seguramente las de muchos) eran: no tengo dinero para el gimnasio, no tengo tiempo, tengo que estudiar y hacer tareas y no me gusta que me vean hacer ejercicio (y aún sigue sin gustarme), pero ninguna de todas estas excusas son válidas. Si buscas cambiar tu estilo de vida no solo necesitas comer bien, necesitas ejercitarte.


El ejercicio físico te ayuda a mantener la condición física, y contribuye a mantener un peso saludable así como a prevenir muchos problemas de salud tanto físicos como mentales. Realizar actividad física moderada con regularidad (150 minutos de ejercicio a la semana o tres veces por semana) es uno de los factores clave en la mejora de salud. Según el especialista en Medicina Interna John Duperly «las personas físicamente activas reducen en un 50 % la incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes y tumores relacionados con las hormonas comparadas con las sedentarias» Según la Organización Munidal de la Salud (OMS) la falta de actividad física contribuye al 17 % de las enfermedades del corazón y diabetes, el 12 % de las caídas de los ancianos, y el 10 % de los casos de cáncer de mama y colon.


Cuando nos ejercitamos nuestro cerebro se oxigena y permite que nuestras neuronas se conecten de mejor manera, con lo que nos ayuda a pensar y aprender mejor y nuestro organismo libera endorfinas, hormonas conocidas como - las hormonas de la felicidad -ya que al ser liberadas generan en nosotros una sensación de bienestar y armonía que nos ponen de buen humor.

No necesitas ir a un gimnasio para ejercitarte, lo puedes hacer en casa y resulta más económico y cómodo pero necesitas tener disciplina y mucha fuerza de voluntad, una vez que ya tengas ambas cosas solo necesitas la ropa adecuada y un espacio lo suficientemente amplio para poder estirarte y realizar todos los ejercicios. Antes de iniciar con los ejercicios necesita calentar, puedes correr o montar en bici por 10 minutos y una vez terminado tus calentamientos, estás listo para empezar tu rutina. (Entre cada ejercicio no debes descansar más de dos minutos)


Sentadillas (3 series/10 repeticiones):
Ponte de pie con los pies en línea recta respecto a tus hombros, empieza a bajar tu cadera como si fueras a sentarte en una silla. Al doblar las rodillas los muslos deben llegar a estar paralelos al suelo.


Flexiones (3 series/12 repeticiones):
Apoya las manos separadas del ancho de los hombros y alineadas con estos. Ahora baja y sube el pecho manteniendo las piernas estiradas. Puedes “hacer trampa” apoyando las rodillas, pero procura hacer las flexiones completas en cuanto empieces a mejorar.


Zancadas (2 series/14 repeticiones):
Las zancadas son uno de los ejercicios más completos y están presentes en todas las rutinas de entrenamiento. Mantén una posición de semi-cuclillas con tus manos en la cadera, y adelanta alternativamente una y otra pierna. La pierna adelantada nunca debe superar el ángulo de 90 grados y el talón de la pierna desplazada no debe despegarse del suelo. Con el tiempo puedes hacer este ejercicio sujetando una mancuerna en cada mano.


Fondos de tríceps (3 series/12 repeticiones):
Para este ejercicio se necesita la ayuda de una silla o un banco. Debes colocar las manos en éste y distanciar los pies para bajar la cadera flexionando los codos.



Abdominales (2 series/20 repeticiones):
Recuéstate en el suelo boca arriba, coloca las manos detrás de la cabeza, eleva las rodillas e imita el pedaleo de una bicicleta. Toca la rodilla izquierda con el codo derecho, y luego la derecha con el izquierdo.

Una vez que hayas terminado los ejercicios realiza un ejercicio aeróbico y no olvides estirar para evitar lesiones.

Existen mil excusas para no ejercitarte pero existen mil  y un razones para si ejercitarte.


Inspírate y motívate para hacer un cambio a tu cuerpo
Éxitos.

viernes, 5 de febrero de 2016

“El lunes empiezo la dieta” 


La típica frase de todos mis domingos. Una y otra vez dije la misma frase hasta que tome la decisión de hacerle un cambio a mi vida, ese día fui al nutricionista. Mis pensamientos eran: me voy a morir de hambre, solo voy a comer ensalada y tendré que dejar de comer lo que me gusta. Estaba en un gran error pues estar a dieta no significa morir de hambre. Fui al consultorio de la Dra. Mayra, una mujer delgada, no podría ser de otra manera pues ella es nutrióloga. Estuvimos platicando algunos minutos, luego me midió, me peso, calculó mi masa corporal y debo decir que esos números no eran nada buenos, estaba en sobrepeso y solo tenía 14 años. En ese momento me di cuenta que había tomado la mejor decisión, estaba empezando una nueva vida, a mi estilo.


La dieta que debía seguir me gustaba porque la Dra. la hizo en base a lo que a mí me gustaba, cosa que no era fácil ya que no como de todo. Lo mejor era que debía comer  cinco veces al día y podía comer fuera de casa como: en Subway, Wendy´s o Quiznos, claramente no moriría de hambre y tampoco me aburriría, cada día comía cosas distintas. Para el desayuno tenía como opciones comer cereal (Special K o Rice Krispies), un licuado (de fresa o banano) con una rebanada de pan, avena o panqueques. En el almuerzo podía comer: pescado, bistec, albóndigas, pollo (siempre acompañado de arroz y vegetales) o sopa y en la cena comía: huevo, tortillas de harina, de maíz o hasta un hot dog. También hacia dos meriendas al día que consistían de: gelatina, barras de Special K, palomitas, pudin o sándwiches (3 o 4 horas después del desayuno y del almuerzo). Admito que las primeras semanas fueron difíciles porque debía de adaptarme y acostumbrarme a seguir esa dieta. Muchas veces sentí que no tenía la voluntad suficiente para lograr adelgazar y también me enojaba porque quería comer otras cosas, lo más difícil fue aprender a comer en porciones más pequeñas, en varias ocasiones me quedaba con hambre.


Esta nueva alimentación debía de acompañarla de ejercicio diario para tener aún mejores resultados. Mi meta era bajar 8 lbs por mes y cada vez que quería tirar la toalla recordaba que tenía una meta que cumplir. Así paso un mes y llego el día que regresaría a donde la Dra. Mayra. Entre al consultorio, pase al baño, me puse una bata y luego la Dra. me peso, regrese a cambiarme y cuando salí del baño la Dra, muy seria, me dijo -¿Sabes cuánto bajaste?-, sentí tanto miedo y por mi mente paso “no baje nada” pero para mi sorpresa supere mi meta y baje 11 lbs. Jamás olvidaré la emoción que sentí y lo orgullosa que estaba de lo que había logrado aunque aún me falta mucho por bajar.


En el camino tuve algunos tropiezos, a los 15 años fui al dermatólogo por una mancha en el cuello, recuerdo que me dijo que tendría que dejar de comer comida rápida, pero nunca imagine lo que pasaría después. Estaba sentada en el consultorio de un endocrinólogo para tratar mi pre-diabetes (nivel de glucosa en la sangre más alto de lo normal pero no suficientemente alto como para un diagnóstico de diabetes), eso sí me atemorizaba. Este tropiezo significaba una nueva dieta, con menos calorías al día e incluso estar medicada durante un tiempo, pero pude superarlo, pase de pesar 67 kg a pesar 55 kg. El cambio fue grande y todo mi enojo y frustración por no poder comer lo que quería, cuando quería ya lo había olvidado.


Hoy tengo 20 años y puedo decir que me siento mejor con mi cuerpo de cómo me sentía 6 años atrás, mi esfuerzo ha valido la pena, ya no tomo ningún medicamento, el ejercicio y una alimentación más balanceada siguen siendo parte de mi vida. Deje atrás esos dos papeles (la dieta de la nutricionista y la del endocrinólogo) pues ya no es necesario estar leyendo todos los días lo que debo comer y cuánto.

Empecé a hacer este cambio a mi vida porque yo quise, luego tuve que hacerlo, ya no era del todo una opción. Para empezar una nueva vida en tu alimentación no esperes a que ese sea el único camino, ten la iniciativa de hacerlo, nunca te vas a arrepentir. Cambia “el lunes empiezo la dieta” a “hoy empiezo”.

Inspírate y motívate  para hacer un cambio en tu vida.
Éxitos